¿ES SIEMPRE
BUENO QUE LOS VALORES MORALES SE CONSIGAN POR SOCIALIZACIÓN?
Pese a que la mayor parte de
nuestros valores morales los conseguimos gracias a la socialización, existe
otra forma de hacerlos nuestros a través de reflexiones personales.
Interiorizarlos por socialización es lo más habitual y frecuente, pero: ¿es
siempre bueno conseguirlos de esta manera?
Gracias a la socialización vamos
incorporando desde que somos niños distintas normas y valores a través de
cuentos, historias o dibujos que nos enseñan lo que está bien y lo que está
mal. Esto permite que se aprenda muy rápidamente aquellos valores “básicos” que
la sociedad considera correctos sin siquiera cuestionarlos. De esta forma, los
niños no podrán decidir si ese valor bueno para su sociedad es negativo o no y
establecerá una base o jerarquía de valores aceptada por la misma. Así, los
valores más básicos y fundamentales los habrá aprendido sin apenas darse cuenta
y sin esfuerzo. Otro aspecto positivo de la socialización es que permite
acelerar el proceso de aprendizaje de las personas desde edades tempranas y más
adelante, evitar que se cometan ciertos actos que la sociedad podría considerar
malos (como por ejemplo robar) o los niños no hablarían con desconocidos
evitando determinados problemas.
En resumen, gracias a la
socialización aprendemos a respetar normas y, por tanto, respetamos también
aquellas que nos inculca nuestra sociedad, adaptándonos a ella de una forma
mucho más sencilla y rápida.
Sin embargo, no siempre es
bueno que se adopten por este medio, ya que de esta manera todos los valores
serían impuestos por la sociedad en la que uno se encuentra y responderían a
los intereses de la misma y no a los del individuo. Tampoco hay que olvidar que
gracias a nuestros valores y decisiones construimos nuestra personalidad y esta
es la que nos define y, por lo tanto, para construirnos como personas es
necesario que tomemos nuestras propias decisiones, aunque nos equivoquemos. Por
otro lado, también hay videojuegos o cuentos que pueden transmitir valores
negativos que niños que no hacen una reflexión sobre ellos puede adoptar sin
más.
En mi opinión, también es
bueno que, aparte de adoptar valores por socialización, cada persona reflexione
sobre si algo le parece bien o mal, aporte argumentos a favor y en contra y
tome una decisión que a él le parezca la más acertada. Porque de esta forma, si
se equivoca al tomar su veredicto, aprenderá de su error y lo hará mejor la
siguiente vez. Otro aspecto importante es que gracias a la reflexión
conseguiremos conocernos mejor a nosotros mismos y tendremos un mayor control
de las situaciones al plantearnos diferentes posibilidades. Tendremos capacidad
para cuestionarnos si estamos o no de acuerdo con un valor y de si este nos
beneficia o no en lugar de interiorizarlo sin más. Así evitaremos que en un
futuro puedan manipularnos intentando que interioricemos antivalores como el
egoísmo, la intransigencia o la intolerancia, que producirían un rechazo por parte
de miembros de nuestra comunidad.
¿Y todo lo que sale de uno mismo será siempre mejor que lo que sale de la sociedad?
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